Los más jóvenes de la gran familia de la Asociación Andaluza Víctimas del Terrorismo (AAVT) han sido, una vez más, los protagonistas del acontecer noticioso del verano en esta asociación, la mayor y más antigua de las organizaciones autonómicas de su tipo en España, siempre cerca de las familias y de su cotidianidad.
Para la asociación andaluza, construir y avanzar en positivo —hablando con unos y con otros, mirando siempre hacia el futuro— ha sido prácticamente una profesión de fe durante sus 28 años de trabajo y esfuerzo, no solo por atender y apoyar a las víctimas sino también por deslegitimar socialmente el terrorismo. Por eso, el campamento estival de los más jóvenes de la gran familia AAVT se convierte en un encuentro de especial importancia, organizado con particular atención y cariño.
Gracias al apoyo ya habitual de la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT), este año los jóvenes participantes han gozado de lo lindo una vez más con la tirolina, el rocódromo, piscina, el remo y otras actividades deportivas, además de talleres educativos y veladas muy especiales en el campamento realizado entre el 2 y el 8 de este mes de julio.
Esta vez, el escenario ha sido el albergue de Espiel, en Córdoba, donde la generación más joven de la AAVT ha aprovechado plenamente esta oportunidad para estrechar lazos, seguir formándose en los valores de respeto, comprensión, convivencia, amor a la naturaleza y tantos otros que le resultarán particularmente útiles para integrarse activamente en la construcción de una sociedad plural, democrática, alejada de la violencia y la exclusión.
La Asociación Andaluza Víctimas del Terrorismo trabaja por un futuro mejor, con ciudadanos más conscientes y responsables, educados en el respeto a la pluralidad de ideas, la convivencia en paz y, en definitiva, el respeto al mayor de los derechos humanos, la vida. Y aunque ningún esfuerzo es pequeño y todas las iniciativas suman, el trabajo con los más jóvenes constituye una prioridad y una garantía de un futuro mejor.