La historia y el trabajo de tantos años de la Asociación Andaluza Víctimas del Terrorismo (AAVT) han estado hoy muy bien representados en el homenaje institucional a las víctimas del terrorismo realizado este mediodía en el Congreso de los Diputados, en una tradición anual que se desarrolla desde 2010.
En la hermosa Sala Constitucional del Congreso en Madrid estuvieron presentes tanto el presidente de la AAVT, Joaquín Vidal Ortiz, como la vicepresidenta, Montserrat Antolín Martínez, quienes coincidieron en elogiar el discurso del presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT), Tomás Caballero, en este acto institucional.
En sus palabras, Caballero llamó a retomar los valores de «Memoria, dignidad, justicia y verdad» que han defendido siempre las víctimas del terrorismo y abogó por aplicar con rigor la legislación, perseverar en la investigación de los casos de atentados sin resolver y no permitir el enaltecimiento y los homenajes a los terroristas, que se han multiplicado en los últimos años en el País Vasco.
El presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo exhortó a los parlamentarios a volver a ver «a las víctimas y a los terroristas en su verdadera dimensión, porque quienes cercenaron hasta el derecho a la vida, no pueden pretender ninguna concesión, expresa o tácita, mientras sigan mutilando el derecho a la justicia de las víctimas».
Igualmente, subrayó la irónica paradoja de un sistema legal que prohíbe a un pederasta trabajar con menores después de haber cumplido su condena, pero permite que quienes asesinaron a diputados o concejales pueden aspirar a sentarse en sus escaños. «Por dignidad democrática, los condenados por delitos de terrorismo deberían verse privados del derecho de sufragio pasivo de por vida», demandó.
Se trata de una postura que la Asociación Andaluza también ha defendido con energía en los últimos meses, pues resulta inconcebible, efectivamente, que quienes atentaron contra el mayor derecho humano, el derecho a la vida, y contra todo el sistema democrático, ahora tengan acceso a ser elegidos para aquellos puestos que en su momento significaron una condena a muerte para quienes los ocupaban.
Por último, Caballero agradeció a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, por mantener la convocatoria de este tradicional homenaje a las víctimas a pesar de que las Cortes están disueltas debido a la precampaña electoral.
Por su parte, la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, enfatizó que «nuestra democracia ha sido más fuerte cuando ha escuchado a las víctimas del terrorismo» y que «compartir su desgarro por la pérdida, la indignación ante la sinrazón y la confianza en las instituciones en la defensa de nuestra convivencia ha hecho que hayamos comprendido mejor su sufrimiento y su ejemplo y hayamos comprobado que amparar a las víctimas es defender nuestra libertad».
Destacó, además, el ejemplo de dignidad de las víctimas, «las defensoras en primera línea de nuestra convivencia en paz y libertad», que han sido capaces de movilizar «las energías de los ciudadanos para condenar, rechazar y erradicar la violencia y el uso político de la violencia».
El Congreso de los Diputados celebra este homenaje cada año desde 2010, cuando se aprobó una declaración institucional para instaurar el 27 de junio como Día de las Víctimas del Terrorismo, en memoria de Begoña Urroz, asesinada con veintidós meses de edad en 1960 por una bomba colocada en la estación de ferrocarril de Amara (Gipuzkoa).
La Asociación Andaluza Víctimas del Terrorismo (AAVT) siempre ha asistido a este homenaje, junto con la mayor parte de las asociaciones autonómicas de víctimas, porque considera su presencia como un testimonio de respeto por las instituciones y en especial por el Congreso de Diputados, donde se dirimen las leyes y la esencia misma de nuestra democracia. Pero también porque en nuestros 28 años de existencia siempre hemos defendido la palabra, la comunicación, el intercambio de opiniones y criterios, y la defensa de nuestros intereses mediante un diálogo fecundo con absolutamente todas las instituciones, organizaciones y partidos de todo tipo, siempre dentro del marco del Estado de Derecho.
Precisamente porque creemos en la palabra y no en las balas, porque creemos en el diálogo, en el respeto a la diversidad y la pluralidad de ideas y posturas. Y porque nuestro único partido son las víctimas del terrorismo y nuestro objetivo mayor es llevar sus necesidades, ideas e intereses hasta el mismísimo fin del mundo si fuera necesario.